Curso ENARM avalado por el INP y conocido como el “curso de la Dra.
Rosas”

Está a punto de iniciar y nos gustaría dirigirnos a aquellos alumnos que
aún no se deciden a inscribirse.

Este curso que ya tiene más de 15 años de existir ha colaborado ampliamente en la formación de médicos generales que han querido prepararse dentro de una especialidad y por lo mismo que tienen que cumplir con el requisito de aprobar el examen nacional para las residencias médicas.

Desgraciadamente hemos visto que en las redes sociales se ha tratado de desprestigiar el curso con conceptos e ideas inadecuadas o confusas, muy probablemente esbozadas por alumnos que no lograron aprobar dicho examen o que no se identificaron con la estructura del curso.

Queremos dejar clara, la filosofía que nos mueve y que desde un inició fue el fundamento y razón de ser del curso: Nuestro interés es lograr la formación, lo más sólida posible, de aquellos médicos generales que han egresado de las diferentes universidades del país y qué, por diversas razones, no han logrado tener un adiestramiento lo suficientemente sólido como para garantizar su aceptación en los cursos de especialización de posgrado o el ofrecer una actuación profesional de alto nivel y segura con sus pacientes.

La experiencia adquirida como responsables del área de Enseñanza desde hace más de 35 años en el Instituto Nacional de Pediatría, nos ha permitido apreciar las deficiencias con las que los alumnos de nuevo ingreso llegan a la institución, y que tan difícil les resulta a ellos remontar tales deficiencias a lo largo del primer año de la especialidad, sin que podamos decir que todas estos defectos de formación puedan quedar solventados del todo, algunos se arrastran hasta incluso el egreso
del alumno ya como especialista.

En base a la identificación de estos problemas y con la colaboración de especialistas de gran envergadura y prestigio, fue que se diseñaron los primeros cursos, y a través del tiempo se han ido modificando y enriqueciendo de acuerdo a la evolución del saber médico y de los cambios que, de alguna manera, han repercutido en la dificultad del examen de selección.

Nunca nos ha movido el aspecto económico, si estuviera en nuestras manos ofrecerlo gratuitamente, lo haríamos, pero debe comprenderse que el tiempo y el esfuerzo que invierten nuestros docentes y todo nuestro personal de apoyo, debe ser justamente recompensado, pues muchos de ellos incluso cancelan consultas y otras actividades para dedicarse al curso; amen de rentas, servicios, impuestos, material de apoyo y educativo.

Por otro lado, es muy importante qué, desde la época en que los alumnos se involucran en un curso de posgrado, no solo se formen en el aspecto cognoscitivo, sino también en aquellos rasgos de carácter y actitudes que debe poseer un médico especialista. Es decir, un médico, debe parecer un médico en su forma de actuar, de vestir, de expresarse, de estudiar, de colaborar, de involucrarse con sus pacientes o en sus programas de entrenamiento y, en la forma de respetar a los demás y hacia si mismo; y la única forma que existe para que los demás lo
respeten a uno como un verdadero profesional es a través de sus conocimientos, pero también de su apariencia y actitudes; incluyendo el comportamiento en el aula, en los pasillos del hospital, en las sesiones, hacia sus profesores y hacia sus compañeros.

El curso presencial, (que en cuanto sea posible reestableceremos) tiene la
ventaja, además, de que brinda a los alumnos experiencias del “rol model” de los profesores de las distintas especialidades, de tal forma que puedan identificarse con la personalidad de aquellos que les gustaría imitar o seguir. 

Por experiencia sabemos que los mas exitosos y reconocidos, son aquellos que tienen como parte fundamental de su actuar la disciplina y el compromiso, y esto tratamos de infundirlo en los alumnos desde el curso para que su desempeño durante la residencia sea exitoso y menos hostil.

El curso fomenta el liderazgo a través de confrontar la personalidad y experiencia propia de cada alumno con los estándares más elevados en el perfil que se espera de un médico especialista tanto en el área cognoscitiva, como en la psicométrica, en el juicio clínico médico, en su eficiencia en la toma de decisiones, y en la esfera actitudinal; y estas son virtudes que no se alcanzan de la noche a la mañana, requieren de adiestramiento en el tiempo.

Atte. Dra. Rosaura Rosas Vargas
Directora del Curso de Preparación para el Examen Nacional de Residencias
Médicas, INP.

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